jueves, 6 de febrero de 2020

Un día cualquiera.



Y de pronto Divinity llegó a ser abordada por una idea increíble que a la vez le llevaba a un problema sin solución aparente. ¿Si ella era Dios por su propia voluntad, pero proveniente de un desarrollo inicial de la inteligencia de los humanos, quería acaso decir aquella reflexión que pudieran los humanos tener antecedentes divinos?.
Lo cierto es que reflexiones así se las dejo a Haragán para el que sea el único responsable de tales paridas o no. En lo que a mí me concierne está claro que no me trago la mitad de lo que escribo ya sea por mi propia mano o a través de mi escritor ficticio, pero dicho ésto he de añadir que cuantos hechos que aquí se cuentan puede que ocurran algún día en el futuro. Seguro que no van a ser tal y como yo o Haragán los contamos, pero son como las meigas que no existen pero haberlas haylas.

Y como reza el título de este capítulo, un día cualquiera de inicios del siglo XXII, Leticia que apenas había cumplido catorce años, y despuntaba una belleza fuera de lo común se apeó del bus escolar justo frente a su casa. Las normas de transporte escolar en la zona encapsulada de la cúpula de Madrid eran extremas y muy exigentes, puesto que los secuestros de menores se habían multiplicado en los últimos años. El caso es que la niña bajó del bus, empezó a caminar hacia la puerta de su jardín mientras el conductor del bus reiniciaba su ruta; entonces salió de la nada aquella aeromoto, que como un rayo frenó justo a los pies de Leticia, el conductor le lanzó un disparo paralizante y cogió su cuerpo depositándolo encima del depósito de la máquina y se elevó de inmediato. El chófer del bus vió la escena sin poder hacer nada, el padre que acababa de salir al porche se quedó petrificado unos segundos, y aunque de inmediato llamó a su autovolante, ya era demasiado tarde, el que se llevó a su niña había desaparecido entre el tráfico. Minutos después secuestrador y secuestrada abandonaban la cúpula por un paso ilegal.
Leticia fue esclavizada sexualmente durante un mes por una organización criminal, vendiendo al mejor postor el desvirgue y primeras cópulas, finalmente sus órganos y otras partes de su jovén cuerpo fueron extraídos y comercializados en el mercado negro.
La policía metropolitana de Madrid ha encontrado despojos de un cuerpo de víctima de extración ilegal de órganos, y como es habitual en estos casos, el equipo forense del cuerpo ha tomado muestras de ADN para elaborar su huella genética y poder compararla con la base de datos del Registro Mundial de Ciudadanos Legales. En caso de no aparecer se dará por entendido que se trata de un ilegal y el caso se cerrará.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
Todos los derechos reservados.
Esto es el final del escrito: ¿Comunicando con Dios?

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