sábado, 18 de abril de 2020

El Inicio.




Yahvé observó que los hombres se estaban multiplicando sobre la faz de la Tierra y la violencia y la maldad crecía en ellos, por lo que decidió destruir esa generación, y después de hacerlo dudó, dudó si acabar de un arrebato con todas las generaciones siguientes y con las anteriores, con toda su creación
como si nunca hubiera existido algo en el planeta azul.
Destinity ha sido creada por la Fraternidad de Gobiernos del Planeta Tierra a semejanza de un nuevo Arca de Noé. Su objetivo al igual que en la nave del Antiguo Testamento es el de perpetuar la humanidad y cuantas especies animales se puedan salvar.
Lo que la diferencia de la nave del Antiguo Testamento es que la creación obedece a una hecatombe provocada por la codicia del hombre y no a una provocada por la ira de Dios.

Lo cierto es que nada más empezar a escribir mi relato me he quedado de piedra al buscar una imagen que me valiera para acompañarlo. He buscado en Google "nave espacial destinity" y han salido un montón de referencias a una peli o videojuego cuyo protagonista es la nave Destinity, de la cual yo desconocía su existencia, palabra de honor.
Esto que acabo de comentar es algo que ya me ha ocurrido en demasiadas ocasiones para que empiece a asustarme ciertamente. El caso es que me siento como parte de un extraño complot planetario que no acabo de asimilar ni comprender.

La idea inicial de empezar este o estos escritos, si siguen, era la de abordar un extraño hecho, que creo sucederá sin lugar a dudas en el futuro dentro de más de cien años. Fecha que aúnque lejana a nivel de esperanza de vida de los  habitantes del planeta, está exageradamente próxima, a ese nivel, tanto de la especie como del planeta.

Como decía la idea trata de la creación de la nave por gobiernos, tanto pseudodemocráticos como directamente terroristas, narcos e integristas. Vamos una amalgama de intereses dispares que confluyen en uno común que es salvar sus miserables vidas del Armagedón que, ahora ya sí, se les viene encima.

En esta extraña historia puede que nada salga bien o sí, quien lo sabe. El caso es que para tan gran epopeya se precisa de la inteligencia de miles de ingenieros y científicos de todos los campos del saber, y como no puede ser de otra forma de un gigantesco ordenador con millones de programas, todo controlado por una forma de inteligencia artificial con las máximas prestaciones, tanto en predicciones exactas como en cualesquiera otras tareas que deba de asumir, cosa esta última para la que se demuestra especialmente configurada y sorprendentemente activa.

Destinity es la nave y Destinity es el cerebro que la gobierna; pero Destinity no para ahí y en el futuro ya empezó a hacer de las suyas, por ello ahora puedo hablar de ella aunque no sé muy bien de dónde me viene esta información, si la produce mi febril mente o si me llega del futuro a través de la propia Destinity, de su voluntad, que ha logrado encontrar un modo de viajar al pasado, nuestro presente, y me manipula para que cuente lo que ella mete en mi cerebro. Y esto creo que no es brujería, por lo que seguiré adelante con la narración en tanto tenga algo que contar al respecto.

Llevo tiempo pensando en como se podrían desarrollar los hechos que trato de narrar, en estas pesquisas a diario miro arriba, al cielo, en las noches despejadas tratando de ver a la ISS o Estación Espacial Internacional, peo nada que no la veo o no la distingo, y eso que dicen que después de la luna es el segundo objeto más grande que se ve por la noche desde la Tierra. Ante mis contínuos fracasos por fin consulto Google y localizo una página de la NASA en la que se puede conocer la fecha y hora en la que la estación pasará sobre nuestras casas. En fin os dejo el enlace con la consulta para Alicante, pero desde aquí podreis elegir otraos países y poblaciones.
http://spotthestation.nasa.gov/sightings/view.cfm?country=Spain&region=None&city=Alicante#.VOscSFbiQTI.facebook

El caso, y continúo, es que Destinity se irá construyendo o más bien montando como un gigantesco mecano a base de piezas fabricadas en la Tierra. Lo más sorprendente de su construcción será sin duda no el cómo mandar al espacio tantísimo material y personal, sino el cómo disponer del combustible necesario para ello.
Esta pregunta se la hizo al principio, cuando el Gobierno Federal de Estados Unidos decidió embarcar al Mundo en la construcción de Destinity, a los técnicos que debían de liderar tal mayúscula empresa.

- No hay ningún problema señor presidente, intervino un oscuro científico de una restringida agencia estatal, disponemos desde hace más de un siglo y más de siglo y medio, de un combustible secreto, que además es millones de veces más potente que todos lo conocidos, no contamina y es inagotable.

- No comprendo, respondió el presidente, cómo es posible que a pesar de la escasez energética que padece el Mundo desde siglos y de los problemas de contaminación e ineficencia que producen los fósiles, no se haya sacado ésto a la luz pública.

- Mire señor, con todos los respetos, a la industria americana no le interesa para nada dar soluciones medioambientales, a nuestra industria lo que le ha interesado siempre es sacar el máximo beneficio a todo lo disponible. Primero hay que agotar los combustibles fósiles porque ya estamos acostumbrados a su uso y porque hay que rentabilizar al máximo las patentes, los complejos industriales y, porqué no, sacar tajada con la polución y sus consecuencias sobre el medio ambiente y la salud de personas y animales, la industria aporta soluciones médicas y biológicas que también patentamos. 

- Pero, no me lo puedo creer, dice entre dientes el presidente.

- Señor, todo esto es en beneficio de las grandes corporaciones financieras que son las que sostienen el gobierno y son propiedad de nuestros ciudadanos más importantes.

Y de aquellos lodos estos barros, la connivencia de los gobernantes elegidos democráticamente, aunque a menudo a través de modos fraudulentos, con los mandamases de la industria y el poder financiero, han dado al traste históricamente con las ensoñaciones de los mejores pensadores y las más abiertas mentes humanas.

En la segunda década de los años dos mil escribía que el final del camino estaba cada vez más cerca y recordaba que cada día que pasa se unen más y más científicos, divulgadores, políticos, personajes variados y personas corrientes al coro de los que denuncian que debemos parar, que debemos cambiar, que el final está a la vuelta de la esquina.

No importa, ahora mismo algún lector está pasando de seguir leyendo ésto porque en realidad no le interesa. Y es normal que no le interese porque hace tiempo que dejó de ser humano, ahora es un don nadie, ahora es sólo un número, ahora se ha convertido en un consumidor.

Asesinamos cada año sesenta mil millones de animales (60.000.000.000) para atiborrarnos con cadáveres infestados de medicamentos que evitarán que nos podamos curar cuando enfermemos. Tragamos sus carnes con glotonería y sin necesidad, almacenando sus grasas en nuestros cuerpos haciendo que enfermemos más de lo normal, exponiendo nuestras vidas a peligrosos problemas cardiovasculares. Ahora se nos vende la posibilidad de eliminar las grasas acumuladas en nuestras venas con los cadáveres de seres minúsculos que figuran en la cabeza de la cadena trófica, desmontando todo el sistema alimentario del biotopo marítimo del planeta.

A pesar de conocer la forma de evitar la contaminación atmosférica y estar preparados para erradicarla ipso facto, nadie mueve un dedo para detener el envenenamiento masivo y consciente de nuestro entorno más próximo y vital. Seguimos quemando combustibles para generar energía, combustibles extraídos de minerales e hidrocarburos únicos, muy probablemente, en el Universo ya que proceden de restos biológicos animales y vegetales descompuestos y comprimidos durante millones de años por la acción geológica. Pero a pesar de que disponemos de una fuente cuasi inagotable para la producción energética como es la radiacción solar, el viento, las mareas y otras por desarrollar, seguimos contaminando con los nocivos componentes de la combustión de estos minerales e hidrocarburos el aire que respira todo ser viviente.

Y aunque en términos temporales planetarios somos una especie recién bajada de los árboles, muchos de nosotros parecen disfrutar destruyendo los bosques, que en aquellos no tan lejanos tiempos nos protegían, alimentaban y daban cobijo, mediante la quema criminal. Quema que cada año nos hace más pobres y nos acerca a una Tierra descarnada y sin base vegetal, abocando los fértiles espacios a desiertos sin vida. Quema que mata a congéneres, animales y destruye uno de los pulmones del planeta.

Y continuamos mirando a los anuncios que nos prometen una vida mejor si tenemos la última moda que nos va a hacer sentir mejores, más altos, más guapos, diferentes. Aunque la realidad es que nos convierte en mera cartera de clientes, solo números de una estrategia comercial que busca nuestro dinero y nuestra esclavitud.

Podemos seguir riéndonos de las previsiones que día a día nos hacen llegar los científicos sobre el final que se acerca cada vez más y más. Podemos seguir contaminando sin sentir la maldad de nuestro proceder. Podemos bañarnos en el mar y contaminarlo con nuestros aceítes corporales cada día de este verano y del que viene y del siguiente. Podemos devorar cada día un pollo, un buen filete o las costillas de aquel cerdito al que nunca verás, para luego quejarte ante el doctor de turno de tus ahogos, de tus miserias que cada día tragaste con la carne muerta. Podemos saquear los montes para hacer montañas de papel con el que limpiar nuestros orondos culos después de defecar, usar para escribir, leer lo escrito o como ticket de la compra, y luego dejar que se pudra en la basura. Podemos seguir usando plásticos para llenar las faltas de nuestra inteligencia como especie, plásticos para todo, plásticos que nos matan y destruyen el medioambiente, que envenenan a los peces y al final acabarán en las tripas de los seres más cretinos, en las nuestras.

Podemos seguir así, con estas prácticas y con otras que no me molesto en exponer, pero ya no lo vamos a poder hacer por mucho más tiempo. Stephen Hawking ya ha pronosticado que no pasaremos de tres décadas, es posible que sean aún menos, todo dependerá de lo que emane del permafrost que se haya bajo la tundra y lo que fluya de los hielos que se derriten en los polos. Gases invernadero encerrados desde millones de años atrás, que cuando se liberen y ya está ocurriendo harán subir las temperaturas decenas de grados. También podemos esperar terribles consecuencias con virus que llevan congelados desde antes de los dinosaurios y que de despertarse podrían acabar con una humanidad ya en tiempo de descuento.

Y no me llaméis agorero, yo solo describo lo que sabios de verdad dicen a diario. Hay aún así soluciones, pero ponerlas en práctica es casi imposible. Solo con un avance tecnológico de carácter impensable en la actualidad, acompañado de un golpe de mano a nivel mundial para eliminar a las élites extractoras y vampíricas que han asolado y cuasi destruído el Planeta, podría poner en marcha de forma inmediata, resolutiva y exponencial las directivas, obras y fórmulas para defendernos de la hecatombe imparable que se nos aproxima. Otra cosa será devolver al Planeta la belleza que lo cubría y la biodiversidad que ha albergado hasta hace poco tiempo, pero eso sería una historia interminable y una obra de titanes nunca de mangantes y expoliadores como los que ahora gobiernan el mundo. Por cierto la masa catatónica de seres que habitamos el Planeta tendría que ser reeducada y reiniciada para cambiar sus hábitos y dejar de ser un impedimento a la continuación de la vida en la Tierra, un planeta de todos, incluso de las denostadas cucarachas.

Esta novela se desarrolla en el siglo XXII, y puede que ésta sea otra novela de ciencia ficción que no se vea sobrepasada por el devenir del tiempo de nuestra civilización. Puede que los pocos humanos que sobrevivan a la debacle exterminadora y destructiva que inició nuestra especie hace apenas un par de siglos con el comienzo de la era industrial, ya no deban considerarse seres civilizados y si grupúsculos humanoídes, seres que sobrevirán del saqueo, el pillaje y la oportunidad. Consumiendo los últimos recursos de las ciudades que aún se mantendrán en pie durantes siglos, mientras las obras de la civilización humana vayan siendo sepultadas por la maleza y derrumbadas por la podredumbre y la corrupción provocada por las condiciones climáticas y el paso del tiempo.

Para haceros una idea más exhaustiva sobre lo que os cuento podéis ver en estos enlaces dos documentales "El Mundo sin nosotros" y "La Tierra sin humanos", pero hay más ahí afuera: 

https://youtu.be/UwmU4UsDfbg
https://youtu.be/UDq3kcbDfVE

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
Todos los derechos reservados.
Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.

La Resistencia.



Cuando surgen nuevas ideas, procesos o un grupo distinto se hace con el poder surge una resistencia. El 13 de enero de 2115 un grupo de hombres y mujeres fuertemente armados toma el control de la cadena de televisión Google and Yahoo News en Nueva York City. Antes de que haya una reacción policial apropiada, los asaltantes han emitido un comunicado que ha sido replicado a través de la Red de Cadenas Libres y Asociadas de Google and Yahoo Corporation, osea de todo el planeta.
Tras una hora de emisión a pesar del fuerte enfrentamiento con las Fuerzas Policiales de Google and Yahoo Corporation, los terroristas, según las fuentes policiales citadas, han destruído la masa crítica del super ordenador Majesty y han huído a través del entramado subterráneo de la megápolis.

En un mundo envenenado por la industria y totalmente privatizado, solo queda la Resistencia como garante y defensor último de lo público. Con este falso comunicado los terroristas han iniciado la emisión de un vídeo pregrabado en un sitio desconocido. Un solo hombre de mediana edad (50 ó 60 años) con una barba poblada y vestido con gorro y camisa de campaña, ha llegado a afirmar que la construcción de la flota de naves interespaciales iniciada por la Fraternidad de Gobiernos del Planeta Tierra, y cuyo objetivo es trasladar a la humanidad al completo al planeta Visión, se trata en realidad de un mentira más de los gobiernos actuales.
Para los terroristas solo existe una nave que será la encargada de llevar a las élites del mundo a la nueva Tierra. Los trabajos que cualquier persona puede ver en los cielos de todo el planeta, son para los asaltantes meros artificios para mantener engañada a la población en tanto se consuma el éxodo de los gobernantes, sus familias y sus cohortes.

Y todo puede que sea cierto, lo que dicen unos y lo que denuncian otros aunque sean visiones totalmente contradictorias. O al menos será cierto para aquellos que crean lo uno o lo otro.
Una sociedad en la que los hijos maltratan a los padres y los padres abusan de los hijos, es más aberración que civilización. Y de estos males ya tenemos constancia, quienes nos preocupamos de estas miniedades, desde los tiempos remotos de las cavernas. Y lo único que mantenía adherida a la humanidad al hecho de serlo, ha sido siempre sin duda alguna la bondad de algunos con sus semejantes, el amor de los esposos que se respetan, la ternura de los infantes con sus abuelitos y tantas y tantas buenas cosas que hacen muchos humanos.
Pero cuando la maldad de muchos alcanza las cotas del poder, tanto político como económico, la humanidad se encuentra frente al abismo. El poderoso suele tener la vista más corta que el ciego que no alcanza a extrapolarla más allá de sus córneas. El poderoso siempre lleva asociado al poder que detenta el ansia por tener más y más y más. Y aquellos poderosos que visten los ropajes humildes de los servidores de verdad, pronto son desahuciados de sus ocupaciones públicas, unos de forma drástica son asesinados por inmundas alimañas a sueldo de los malvados, otros son vilipendiados con la mentira y la falsa acusación; y cuando los depravados usurpadores del poder legítimo son descubiertos, siempre tienen a mano quienes los protegen y ocultan a la acción de la justicia cuando ésta existe, cosa que por otro lado tiene pocas probabilidades de que se haga realidad, de hecho la justicia es el mayor fiasco humano, y como diría un contemporáneo la justicia ni está ni se la espera.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
Todos los derechos reservados.
Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.

El Pasaporte.



Primero nos dijeron que toda la población sin excepciones tendría su billete de embarque...
Lo cierto es que las mentiras tienen un corto recorrido, aunque no siempre es así, todo depende de cuantas seamos capaces de asimilar y cuanto tiempo seamos capaces de aguantar sin rebelarnos.
El plan de escape lo tienen perfectamente diseñado o al menos eso creo yo; aunque son tan estúpidos y obtusos que puede que no lo tengan y vayan diseñándolo sobre la marcha.
Entonces la Gerencia del Transbordo de la Fraternidad de Gobiernos del Planeta Tierra informó sobre las condiciones para obtener el billete de embarque, y como primera claúsula se avisa que para poder viajar fuera del Sistema Solar se precisa de la obtención del Pasaporte Intergaláctico; vamos como si el sitio de destino, el planeta Visión, ya estuviera erigido en una entidad territorial individual y distinta a la del planeta Tierra.
El pasaporte será denegado a todos aquellos que no puedan abonar el precio del billete, ya que a fin de que todos contibuyan a los gastos del pasaje se estipula un precio básico para el billete que incluye:
1º.- Alojamiento en un camarote durante el trayecto.
2º.- Pensión alimenticia completa.
3º.- Acceso a servicios básicos sin especificar.
4º.- Parcela en el nuevo planeta.
5º.- Kit básico de construcción de vivienda particular.
6º.- Contenedor de víveres, herramientas y enseres.
En todos los casos se puede elegir entre distintas modalidades, cuanto mejor o mayor, más cara.
El precio ha de ser pagado en especies, es decir en joyas y metales preciosos, armas, drogas, víveres, tecnología punta, productos químicos y una larga lista de bienes.
Para quienes carecen de bienes convertibles pueden vender partes de su cuerpo no vitales para su billete o vitales para el billete de un ser querido, también pueden vender su libertad trabajando de esclavos para quien sufrague su billete, vale también la esclavitud sexual sin que la edad sea un problema.
Así están las cosas por estos lares. La violencia para conseguir el pasaporte y su correspondiente billete en Destinity está, desgraciadamente, para los más débiles garantizada.

La historia de la humanidad siempre ha estado regida por las carencias de la mayoría de sus miembros y la opulencia de los malvados. Y aunque la religión en que fui inscrito viene diciendo desde tiempos lejanos que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos, parece ser que a los millonarios de este mundo les importa un rábano acceder al reino ese, y esto ocurre porque su único Dios es el Dinero y los preceptos de su religión los escribe la Codicia que corre por sus venas.
No necesitamos imaginar un mundo donde las atrocidades por las que se ha de pasar para sobrevivir nos lleve a repudiar nuestra propia esencia, ya estamos en el sitio adecuado. Y por ende si la Humanidad quisiera podríamos acabar en poco tiempo con la injusticia, el hambre, mantener a raya la enfermedad y paliar las calamidades naturales.
Pero para ello deberíamos querer, y lo que pasa es que no queremos y echamos la culpa a los otros, mientras caminamos con paso firme y obstinación hacia el abismo, tapándonos en el camino la nariz para evitar los efluvios de la inmundicia que nos rodea.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
Todos los derechos reservados.
Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.

Divagaciones.




¿Y si Dios se comunicara contigo?. ¿Y si en realidad quien te habla es solo una poderosa mente depravada y manipuladora?

¿Qué os parecería si un día en el futuro no muy lejano, se aprobase que todas las personas debieran de pasar obligatoriamente por una máquina de la verdad, al menos una vez al año y siempre que sean detenidas por cualquier infracción o delito?.
Bien esto ocurrirá más pronto que tarde, aprovechando el miedo a los yijadistas y otros terroristas. Con el uso de tales herramientas los gobiernos podrán saber que delitos son más comunes en la sociedad, pasando a sacar del código penal muchos de ellos. Poco a poco aparecerán exonerados de culpa cosas como el tráfico de drogas, la prostitución, las peleas entre iguales, la pederastia y por supuesto las estafas económicas.

Lo anterior es solo una de tantas cosas que me vienen a la mente, cosas que decido escribir, anotar o propagar. Se que algunos me tildaréis de loco pero que más da, como en la canción te diré que eso ya lo sabía yo.
Lo cierto es que el comité de miembros del Boletín de Científicos Atómicos decidió actualizar el Reloj del Apocalipsis o Reloj del Juicio Final y lo adelantó 2 minutos.
Tres minutos para la medianoche es la hora que marca el reloj que indica lo cerca que estamos de conocer alguna catástrofe de grandes magnitudes para la humanidad.
Esto último lo saque de FayerWayer, pero está en todas partes. Allá donde mires verás que la que se avecina está cada vez más próxima, y sin embargo nuestros estúpidos gobiernos parecen mirar a otro lado. Estas gentes sin alma son las que paso a paso, acción a acción, día a día preparan el escenario final. Destinity no podrá acoger a los descendientes y a los sucesores de tanto malnacido que ahora se enrriquece mientras destruye cualquier esperanza de sobrevivir. Talan, destruyen, asolan, manipulan, contaminan, fornican con cabras locas (porqué no, eso también lo hacen), se las pela el sufrimiento de sus semejantes, de las especies exterminadas, de la belleza mancillada que un Dios incognoscible puso sobre este planeta.
Cosas así me comunica Dios o la mente depravada, y cosas así son las que se cuentan en este libro o como a bien os guste tildar, que todos sois libres hasta donde se os está permitido serlo.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
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Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.

viernes, 17 de abril de 2020

Una atmósfera irrespirable.



Cuando escribo ésto miro al despejado cielo nocturno del sureste español, y aún puedo ver miles de estrellas, aunque a la mayoría de ellas solo las puedo intuir, es como mirar a través de un velo cada día más tupido, sé que están ahí porque se aprecia una especie de bruma estelar y porque en ocasiones contadas, alejado de las urbes y sus luces capadoras he podido ver un cielo tan estrellado que me creí por momentos que estaba en otro planeta.
Miles de millones de personas en todo el mundo no saben que viven bajo una preciosa bóveda estelar, ellos y ellas jamás la han visto en su plenitud y jamás la verán. Puede que algunos la intuyan como yo.
Miles de millones de personas en todo el mundo respiran cada día el aire de una atmósfera cada vez más envenenada, se alimentan de productos que les enferman y les acaban matando. En sus entornos vitales la biodiversidad es cosa del pasado, no saben cómo son los animales que antaño corrían por esas mismas tierras que ahoran pisan, las únicas plantas que conocen son las que se comen sin haberlas visto crecer.
La ciencia, tanto la reconocida como la ficticia, han promovido soluciones de aislamiento, metiendo a las gentes bajo cúpulas donde la vida se pueda seguir desarrollando, como si eso fuese posible.
En 2200, en Japón se finaliza la construcción de la primera gran cúpula realizada por nanobacterias programadas como operarios y a base de biopolímeros como material de construcción. La cúpula de dimensiones enormes cubre las nuevas instalaciones de la Presidencia del Gobierno y del Palacio Imperial nipón.
Cinco años después cientos de cúpulas gubernamentales de todo el mundo le siguen. En 2210 ya hay miles de ellas protegiendo y aislando eficazmente los refugios de potentados, las sedes de las multinacionales y centros de difusión e investigación.

Realmente esto pasará y no porque lo diga o lo cuente yo, sino porque lo dicen y lo cuentan todos. Vamos a regresar a las cuevas, aunque sean de Plexiglas®, eso si, un poquito de por favor, primero los poderosos, los ricos y sus queridas, faltaría más. La plebe si a eso ya se verá, aunque con tanto recorte como que servirán bien de abono para la nueva era.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
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Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.

Los guerreros de Dios.



Se puede ser estúpido en cierta medida, pero ser tan estúpido como para decir basta me parece excesivo. Estos descerebrados que siglo a siglo han ido cercenando las vidas de sus semejantes en base a los requerimientos de dioses de la ira y la imposición, jamás dejarán de subir el listón de la estupidez humana.
El dios que me comunica que escriba lo que escribo es bastante claro, vigila mis pulsaciones en el tablero, me asesora con los hechos que a diario ocurren y se apresta a empujarme en la dirección que a él le apetece. Este dios es como todos los otros dioses, es un pesado.
La verdad es que llevo unos días con fuertes dolores de espalda y apenas aguanto en la silla del escritorio. Y no es que me esté pasando a mí en persona o sí, al escritor real, sino que le pasa al escritor ficticio y protagonista de estos escritos llamados "¿Comunicando con Dios?".
Pero a lo que iba, mi divino comunicador dice que no somos nadie para hablar por él ni por ninguno de los otros dioses, y esto incluso en el caso de que existan más alla de nuestros deseos.
Me comunica que las guerras en sus nombres se las resbalan. Que es divertido a la vez que inconcebiblemente aborrecible ver como nos matamos tan divinamente, y es que es para partirse de la risa, esperando en muchos casos la recompensa del Paraíso en reconocimiento divino al sacrificio ofrecido.
Este dios mío y muy personal, me hace creer que la cosa continuará, y que no empezará a menguar hasta que le sean cortadas las alas a la malvada, a la perversa. Y no me dice quien es ella, me deja en ascuas, para después proseguir haciendo que crea que no evolucionaremos hasta que una vez cortadas las alas a la perversa, a la malvada pasen al menos mil años y volvamos a salir de las cavernas.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
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Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.

Haragán.



Dícese del que rehúye el trabajo o la fatiga. Y hasta aquí llegan mis "amistades" a la hora de tildarme. Si estoy de acuerdo en que soy un poco o bastante, según la fuente, vago, pero no vago de vago, sino vago de huelguista. Yo pienso que al que realmente le guste el trabajo que se lo quede todo. Lo malo es que con el curro también se queda con el sueldo, lógico por otro lado.
Y soy el escritor de este escrito aún por catalogar, ya que se desconoce si es novela de ciencia ficción o una serie de advertencias o premoniciones relacionadas con el más allá.
Digo en el párrafo anterior que yo soy el escritor de este enjendro literario, que tiene a bien firmar Antonio porque en la realidad es que soy el escritor creado por el susodicho para figurar como tal aquí. Osea que soy el escritor ficticio del escrito.

Mi vida no es que haya sido fácil, precisamente por mi actitud con el trabajo, ya que vivir del cuento no es sencillo, y menos en un mundo tan competitivo como este en el que vivimos, pero tranquilos que llegarán días peores.
Lo cierto es que para la mayoría de la población del planeta, no solo de ahora sino de siempre, el trabajo ha sido una cuestión bastante dada a la interpretación, para unos es pura explotación, esclavitud enmascarada, una forma de chantajear, algo que lejos de mejorar tu vida te acaba llevando a la tumba, y para otros es otra cosa que no voy a exponer porque me agoto solo con pensarlo.
Hace ya mucho tiempo que las máquinas empezaron a sustituir a los humanos en las cadenas de producción, en las obras y en cualesquiera otro condenado tajo o laborio.
Ahora los obreros faenan más en lo que se llama los servicios; y aquí la esclavitud se afianza con garras de león a su víctima. Apartadas las masas obreras de hacer su labor en centros fabriles porque ya no se les precisa al ser relevadas por robots, son disgregadas en pequeñas explotaciones "de servicios" donde su fuerza sindical frente al explotador es insignificante; y el trabajo se convierte paso a paso, día a día en algo a lo que mandar al carajo por denigrante, insufrible e insuficiente para ganarse honrradamente la vida.

Mi Dios, este con el que hablo o me comunico, me advierte de que la avaricia y el egoísmo de unos pocos llevará con el tiempo al Gran Derramamiento (lo pongo en mayúcula para resaltar el hecho). Y quienes lo sufrirán con más intensidad y por ello pagarán caro, serán los de siempre, es decir, los débiles.
Y me dice que cuando las cosas parezcan más difíciles, cuando el dolor sea más insufrible, el proveerá. Yo le pregunto que qué va a proveer, y Él solo contesta que ya lo verás. Genial.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
Todos los derechos reservados.
Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.