Hasta 200.000 millones de planetas como La Tierra hay en la Vía Láctea, nuestra galaxia, pero de alguna forma Divinity me comenta lo que piensa al respecto. Y lo que piensa es lo que permitirá hacer, no otra cosa. Imagina que tienes una casita preciosa en un sitio ideal, con buenas vistas, un clima aceptable sin mucho frío en invierno y no demasiado calor en verano. Tiene un hermoso jardín e incluso una pequeña huerta para que puedas disponer de frutas y verduras de la zona. Un buen día tienes que desplazarte a otra parte del país, y piensas que sería buena idea alquilar la casita y así tener un ingreso extra. Pasado un buen tiempo regresas a tu antigua y querida casa, y te encuentras que el inquilino además de dejarte a deber varias mensualidades, el recibo del agua y el de la luz, ha arrancado los cables del alumbrado, se llevó todos los muebles y los electrodomésticos, rompió cristales, desmarcó ventanas y puertas, desguazó el baño y sacó toda la grifería; y para más inri se cagó en todas las estancias y embadurnó con la mierda paredes y cortinas. Como encima eres el tío más tonto y buenazo del mundo mundial, le das el teléfono de tu hermana que tiene otra casita para alquilar y le autorizas a que le diga que va recomendado de tu parte para que le alquile su casa. Algo así pasaría si Divinity permitiera a la humanidad o parte de ella a colonizar un nuevo planeta como el nuestro, no lo va a permitir, no sin que antes hayamos dejado lustrosa la casa ya usada y que no es nuestra, solo la tenemos en concepto de préstamo. Al inicio de este escrito decía que: "Destinity ha sido creada por la Fraternidad de Gobiernos del Planeta Tierra a semejanza de un nuevo Arca de Noé. Su objetivo al igual que en la nave del Antiguo Testamento es el de perpetuar la humanidad y cuantas especies animales se puedan salvar.", pero a mi me parece que de una forma u otra Divinity no va a dejar que las ratas abandonen el barco que ellas han contribuído a hundir. © Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015. Todos los derechos reservados. Esto es un fragmento del escrito: Comunicando con Dios.
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